miércoles, 14 de noviembre de 2007

Palabras

Me deja asombrado el valor de las palabras, mejor dicho, de las matizaciones a las palabras que le dan algunos profesionales de una gran consultora de software de cuyo nombre no voy a nombraros.


Hoy he recordado en una conversación en la empresa alguna de las conversaciones que tengo con mi hijo.
- no puedes usar el portátil hasta el fin de semana - le digo a principios de la semana para que se dedique a sus labores escolares

y me lo encuentro utilizando el ordenador de casa.

- ¿pero no te dije que no podías utilizar el ordenador hasta el fin de semana?
- no, papá, me dijiste el portátil...

y me quedo de piedra.

Pues bien, cuando se quiere escurrir el bulto, esta consultora lo hace bien, y el problema es que la alta dirección no atiende a esos matices que suelen invalidar el planteamiento inicial. Por ejemplo, decían que se comprometían a hacer los informes. Eso delante de quien lo tienen que decir. Luego, al día siguiente y fuera de la vista de éste, empiezan a matizar que sólo parte de ellos, y más tarde, matizan que sólo los de un módulo, pero no los de otro.

Resumen, el alto directivo se queda contento con esa comprometida consultora, los currantes nos comemos las uñas por la jugada de la misma, sin capacidad de reacción porque todo lo que se diga parecerá excusa.

Pues te digo una cosa, escurrirá el bulto, retrasará el problema, pero es una mala práctica cortoplacista que al final, pasará factura. Pues el tiempo pone a cada uno en su sitio. Ya lo sé, ya lo sé, pero a los que vivimos el momento, nos destroza y no por el trabajo, sino por la injusticia.

Debería haber llamado al post injusticia...

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