domingo, 21 de octubre de 2007

Miedo

Si, chaval, te he detectado.


Y mira que es una cualidad no especialmente desarrollada en mi personalidad, detectar a la primera por dónde respira una persona, qué tiene en su cabeza, cuál es su capacidad.

Pero a tí te he catado, macho. Tienes miedo, ¿verdad?. Tras esa profesión de escrutador, inquisidor, buscador y velador de la correción, tienes miedo. Aunque te esfuerces en aparentar otra cosa, tienes miedo. Y tienes miedo porque eres un incompetente. Posiblemente nunca leas ésto, pero me voy a quedar más ancho que el Atlántico.

Porque cuando hay que hacer piña para resolver un problema, y todos debemos ir a una, escondes la cabeza, y oh!, ahí sí sacas a relucir tus mejores artes de oratoria, pero para quedarte en segundo lugar, que nadie piense en tí, que nadie se acuerde de tí. Y eso se llama miedo.

Pero aunque te crees que no lo dejas vislumbrar, se aprecia. Porque tu principal objetivo es que se nomine a otra persona para asumir las responsabilidades (responsabilidades que vienen generadas de tí), no resolver el problema. Qué triste eres, tio.

También tengo que reflexionar el por qué estás donde estás, y por qué no te han catado los que te tendrían que haber catado. Y si te han catado, por qué te siguen el juego. Es perfectamente comprensible que persigan el objetivo de resolver el problema al precio que sea, pero haciendo equipo, no siguiéndote el juego. Qué extraño. No ssseeee.
Y me jode, porque tu actitud miserable me ha tenido varios días (y aún me tendrá varios días más, a mi pesar) sin el descanso mental que necesito. Cachis!!!

No hay comentarios: