miércoles, 4 de julio de 2007

Confusiones

Como mi amigo Manolo me dice que escribo cosas muy profundas, me voy a relajar un poco y voy a contar algo que me ha ocurrido esta misma mañana.

Aparco mi precioso coche en el aparcamiento de un conocido centro comercial, cercano a las oficinas a las que acudo algunas veces. Me dirigo a ritmo de cebra, como suele ser habitual para mí. Tengo un defecto, y es que cuando voy a un sitio, no soy capaz de relajarme hasta que llegue al sitio, por lo que voy a pleno pulmón.

Iba atabiado con mi corbata regalo de mi querida mujer, pantalones chinos y mi chaquetita de reuniones en Sevilla.

A esto que un coche se me para a mi verita, y no me deja cruzar. 'Mal empezamos', pienso. Y aparece una señora muy compuesta, mayorcita la amiga, y con cara de pocos amigos.

- Caballero, ¿dónde puedo llevar mi coche a que le cambien la rueda?

Umm. Pienso. Yo que sé. Pero me acuerdo que este centro comercial tiene un cutre taller en la primera planta del aparcamiento.

- Señora, creo que existe un taller en la primera planta.

- ¿Pero no tendré que comprar yo la rueda y llevarla después para que me la monten?

- No lo sé, señora, tendrá que preguntarlo.

Y empieza el chorreo:

- Claro, aquí nadie sabe nada - me dice-. ¿Y por qué he tenido que bajar a la tercera planta del sótano?

- Pues porque creo que el centro comercial no abre hasta las 9 o las 10, y hasta entonces sólo está abierta esta planta del aparcamiento.


Y ya lo mayor:

- Pues vaya si trabajan ustedes aquí mucho. Esto de abrir a esas horas es tremendo, y sobre todo no informar a los clientes.

- Señora que yo no soy de este centro comercial.
- si claro -me dice la muy vetusta-, si los jefes se esconden cuando un cliente se queja qué no haràn las cajeras...
- señora que yo soy de una empresa que no tiene nada que ver que tiene sus oficinas aledañas.
- chico, dígame cómo se sale de aquí que han perdido una cliente.

Y es capaz la tipa de poner una queja...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya decía mi suegro que eso de ir vestido con chaqueta y corbata circulando por los grandes almacenes se presta a que te confundan como empleado del mismo(muchas veces le sucedió). Por eso, cada vez que voy a alguno de ellos, me pongo lo mas raído que tenga. Pero, ¿no sería que esa buena señora quería que le llevaras la "rueda" u lo que sea? La próxima vez que te suceda algo así, pon cara de despistado y, a su pregunta, responde: pero ¿esto es un gran almacen? ¡ si yo creia que era un aparcamiento gratuito! (a no ser que decidas llevarle la rueda, claro, lo cual no te aconsejo, pues no sabes el peso que hay que soportar...)