jueves, 22 de marzo de 2007

El poder

Recientemente, una persona conocida me comentó lo siguiente: "en este mundo, si quieres poder, la única forma de obtenerlo es tomarlo y que luego te lo quiten, ahora, eso sí, con las piernas por delante".

Al principio, nos puede parecer una barbaridad, nos viene a la cabeza el concepto del 'trepa'. Pero meditando la frase, en el entorno empresarial que nos movemos, la vemos aplicar día a día, por múltiples personas, y para los que nos hemos leído el famoso "Quién se ha llevado mi queso", podemos apreciar que se lo llevaron los que aplican esta filosofía.

Lo que tenemos que diferenciar, aunque para algunos puede ser complicado, esta filosofía de actuación con el 'trepismo'. A mi entender, la diferencia fundamental está en la propiedad de la creatividad y en la existencia de un equipo. Un trepa actúa tomando el poder, cierto, pero utiliza las ideas de otros (posiblemente de su grupo) y diferenciándose de él. Este otro concepto de 'toma del poder' conlleva que los beneficiados son el equipo que acompaña al asaltante sin producirse esa apropiación de las ideas.

4 comentarios:

Txaber Allué Martí dijo...

Qué envidia!!!! Hace tiempo que quiero poner mi propio blog, pero no acabo de animarme. Ánimo, estaré atento!!!!

Unknown dijo...

Algunas reflexiones sobre tu artículo: ¿Dónde está la frontera entre el ‘trepa’ y un buen líder?

Dices que la diferencia está en la propiedad de la creatividad, pero, ¿dónde empieza y termina una idea salida del trabajo conjunto de un grupo de personas?

Dices que la diferencia está en la existencia de un equipo, pero en un entorno empresarial, ¿cuándo puedes considerar que cuentas con la aquiescencia de un grupo para tomar el poder?

Ese de concepto de 'toma del poder' basado en que el beneficiado es el equipo tiene el peligro de acercarse demasiado a una justificación a posteriori de trepa con remordimientos, a una justificación paternalista (lo hago por el bien de ellos).

Agujero Negro dijo...

Estimado queequeg,
Bienvenido al debate abierto de este tema tan candente.
Efectivamente, se puede correr el riesgo de la justificación, pero la toma del poder no la debemos enfocar desde ese punto de vista.

Realmente, y evidentemente, el líder que toma la decisión tiene una ambición profesional que motiva esa toma. Pero no va por libre. Cuenta con su equipo. Y por supuesto con su entendimiento de que dicha acción es buena para su empresa, aunque los resultados futuros le darán o no la razón sobre ello.

Tengamso en cuenta, que en este asunto, no estamos esperando a que nos entregen el poder por méritos propios, sino que vamos a por él, si me permites, 'descaradamente'. Por lo tanto, se daría en un entorno de extremos, o de fuerte competencia, o de la falta de ella.

Pero tu reflexión me lleva a otra pregunta: ¿debemos esperar siempre que un ascenso o toma del poder sea por un reconocimiento de nuestra labor o debemos luchar por ello?. Ahí queda eso.

Unknown dijo...

Amigo agujero, este comentario hay que ponerlo en cuarentena, sobre todo teniendo en cuenta tus fuentes y su nivel de cinismo. Sin embargo he de reconocer que en ciertos casos es útil, y bien ponderado, te puede ayudar a resolver algunas situaciones.

He puesto en práctica tu máxima "toma el poder" en un par de ocasiones (en entorno controlado) en las últimas semanas, y por el momento los efectos han sido sorprendentes. Veremos a ver si no tenemos secundarios desagradables...