viernes, 31 de agosto de 2007

Acabose

Se acabaron mis cortas vacaciones. Bueno, se acaban en un par de días, pero es que es fin de semana.

No he descansado mucho, realmente poco. No he conseguido descargarme de la blackberry entre unas cosas y otras, pero lo peor es mi famoso proceso de visado. Más que harto, ya no sé ni cómo estoy.

Hoy hemos vuelto a llamar a todos los sitios que conocemos. La respuesta es siempre la misma, que hay que esperar, que no hay previsión, que esto es lo que hay. Leyendo por la web (demasiada información), no encuentro casos similares del mismo tipo de visa, pero sí de otros, donde se habla de esperas de varias semanas hasta más de un año de espera si los apellidos son muy comunes, vienes de un país de cierto riesgo, etc, que espero que no sea mi caso (no sabemos cómo estamos catalogados después de las cosillas de ZP). Lo más común era entre 2 y 3 meses (parece que es el tiempo que dan de media en el consulado de Toronto. Si es así, ¡¡estoy a punto de acabar!!

Al decirle ésto al americano del teléfono, te dice la realidad: el primer error es compararse con otros casos. Cada caso es particular y diferente, no compares. Puede llegar en las próximas horas, o no.

Pero ya me preocupa más de la cuenta. Tengo que rehacer la vida de la familia, sobre todo de los niñós. Pero bueno, pasito a pasito, e intentemos que sea con buena letra. Todo tiene solución en este mundo, menos la muerte.

En fin. Snif. Snif.

martes, 28 de agosto de 2007

Vacaciones


Entre esperas interminables, trabajo desesperante y sin fin, transtornos familiares y necesidad física, por fín estoy de vacaciones, si es que soy capaz de olvidarme de la dichosa blackberry, que como todos sabemos causa dependencia.


Las necesitaba como el comer. Estaba a punto de explotar. Y eso que estoy una semana únicamente. De lo que tengo miedo es que no sea suficiente para desconectar, olvidarme, distraerme, soñar con mis proyectos... Pero tengo que hacer el intento. Por mí mismo, y por mi familia.


En fin, que seguiré escribiendo en el blog, pero juro por las barbas de pirata de palo que apago la blackberry ya, pero que ya. Y Vicente debería hacer lo mismo.

lunes, 27 de agosto de 2007

Madre

A todos muchas gracias por interesaros por el estado de mi madre. Hoy acabo de hablar con ella, y todo va a mejor. Excepto que es demasiado sufrida, quiere 'arreglase' antes que nadie, y la herida de la operación ha vuelto un poco atrás, pero siempre positivo, como diría Van Gaal.


En estas ocasiones, sobre todo en los momentos más preocupantes, uno siempre piensa en lo que la fogura de tu madre significa en tu vida y tu crecimiento como persona, profesional y padre. Aparte de recordar todos esos momentos que han marcado la relación madre-hijo, se hace un repaso de lo que has dejado de hacer (aún así, sigo siendo poco besucón).

Como uno ha salido hace poco de la tortura de llevar adelante un MBA, varios hijos, un trabajo, etc, viene que ni pintado la asociación del concepto de liderazgo con la figura materna. Y aquellos palabrejos que tanto utilizamos para 'adecentar' una presentación, se obtienen del día a día en el quehacer de una madre.

Asertividad. Gestión de equipos. Motivación. Coaching. Mentorazgo. Eso por el lado de Comportamiento Organizacional, o Dirección de Recursos Humanos (o de Personas, como ahora gusta hacer). Pero es que también lleva adelante esa función de Dirección Financiera (sobres para reunir cuando los ingresos son insuficientes favoreciendo el ahorro, gestión del M3, consumo, inversión, ), Gestión Emprendedora, ya sea en forma de financiación directa o en forma de indirecta o apoyo emocional al lanzamiento (es una parte importante de las tres F que financian las empresas), etc.

Gracias.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Harto

harto, ta.
(Del latín fartus, relleno, henchido).
1. adj. Fastidiado, cansado. U. t. c. s.
2. adj. Que tiene saciado el apetito de comer o beber. U. t. c. s.
3. adj. Bastante o sobrado

Sinceramente, ya estoy un poquito harto de esperar.

Mis queridos 'parents in love' están en mi nuevo destino, después de unos días de vacaciones en otra ciudad de la zona. Vuelven en breve (cualquiera se atreve a esperarnos con lo que llevamos andado). La inscripción de mis niños al colegio llega, y yo todavía en mi ciudad natal. Mis cosas en un guardamuebles esperando a que pueda ser enviado a mi nueva casa. Mis niños sin poder estar aprendiendo e integrándose porque no nos podemos mover, y tampoco tenemos fecha. Los días pasan y pasan.

Harto.