domingo, 29 de julio de 2007

La vuelta de tuerca


Recientemente, ha llegado hasta mí un nuevo concepto de colaboración: me.dium http://me.dium.com/.

Se basa ya no sólo en compartir con los demas experiencias (blogs, twister y demás), información (ciao, blogs, travel, etc) y demás formas de intercambiar información y otras cosas (wiki, p2p, etc).

Ahora consiste en darle información a otros de lo que tú has hecho antes. De esta forma, en este modelo y concrétamente en me.dium, se basa en que compartes tu navegación con otros usuarios afines a tí. Si alguien entre como tú frecuentemente en invertia.com puedes ver cómo otros también entran en cotizalia.com, por lo que ahorras búsquedas y te ofrece una abanico de intereses comunes. A esto le unes que puedes iniciar chats, y tenemos el nuevo concepto de colaboración.

Trasladado a las empresas, sería como disponer de un foro online donde por ejemplo, los que usan el programa de nóminas de Oracle, por ejemplo, pueden ver qué otras cosas y funcionalidades de usuarios de otras empresas han realizado y que constituiría un FAQ (preguntas y respuestas frecuentes para los no anglosajones) directamente a la fuente, sin pasar por las casas de sofware que las limiten o eliminen. Extrapolando, podríamos hablar del soporte entre los clientes, todo ello en un constante online.

Interesante.

jueves, 26 de julio de 2007

Generaciones

En otra entrada comentaba la diferencia generacional que se traducía en una forma distinta de percibir la vida, el trabajo, el compromiso en general.

Reflexionando posteriormente, volvían a mi mente hechos y acciones pasadas, las cuales cuando vuelven a la mente no soy capaz de saber qué pasaba por mi mente en ese momento, cómo podía participar en estos hechos, y cómo aún peor, estas acciones pasaban a formar parte de la historia de la pandilla, y su recuerdo conjunto nos hace más amigos y nos acerca algo tras muchos meses sin vernos.

Pasarán algunos años, y les llegará la hora a mis hijos de vivir situaciones parecidas, y a uno mismo de reconducir las situaciones, o lo que es peor (o mejor si acudimos a aquello de ojos que no ve corazón que no siente) no me llegue a enterar nunca de que sucedieron.

¿Cómo no acordarme cuándo por despiste nos colamos por una vía de aceleración a una autovía en sentido contrario? ¿Y cuándo se nos fundieron las luces de mi añorado Ford Fiesta e hicimos muchos kilómetros en la más absoluta oscuridad sólo iluminados por los intermitentes del forfi?. ¿y cuándo nos dió por hacer una descarga de líquidos conjunta en una fuente aledaña al mayor cuartel militar de nuestra localidad y tuvimos que salir a la carrera cuando acudieron varios policías militares porra en mano para darnos nuestro merecido? ¿y cuándo nos daba por empujarnos en las zonas de movida para provocar a los que considerábamos los chulos del lugar? Y estas fueron acciones graciosas o ligeras. Obvio de contar las incontables...

Por supuesto, estas cosas las hacían mis amigos, y yo únicamente era testigo de tales fechorías...

.... ¿y qué no harán mis hijos cuando les llegue la edad?...

lunes, 23 de julio de 2007

BlackBerry Crash


Pues este nuevo término, acuñado por La Roca, tendría la siguiente entrada en el diccionario de la alguna Academia de la Lengua:

"Dícese de aquel golpe, impacto, choque o simplemente piña cuyo origen o motivante está en un dispositivo denominado Blackberry"

De este nuevo término he sido actor principal de una escena.

Ándale yo conduciendo mi precioso coche verde (aunque el verde no es santo de mi devoción, pero que últimamente me dá grandes alegrías) cuando noto que al dichoso chisme negro que poseo gracias a las bondades de mi empleador le parpadea la lucecita roja (ese color sí que me gusta, vaya usted a saber el por qué...).

Dicho efecto de lucecita roja (cuyo término exacto debería ser efecto blackrojo, y que es inversamente proporcional a la alegría de tu mujer/parienta/esposa/amante/novia u espontánea al verla) causa especial atención en la mente de un blackuser como yo.

'Total, estoy parado en un semáforo', pienso, y abro la bandeja de entrada de los correos del aparato. 'Vaya, lo voy a responder en un segundete', sigue mi pensamiento distraído tras una lectura en diagonal (término acuñado por mi amigo el maestro zhen).
Inicio el tecleo rápido en su teclado negro, cuando noto que la fila de coches se empieza a mover. 'Vaya tela'. inicio el movimiento muy lento mientras termino de teclear, cuando de repente se produjo el temido Blackberry Crash con un también precioso Audi A4.....

Moraleja: si blackberreas, no conduzzzzcas, sabesssss.

miércoles, 18 de julio de 2007

Libertad

Como estoy disfrutando de un corto descanso mientras logro que se encamine mi vida, estoy quizás demasiado escritor, pero es que tenía algunos temas pendientes que no los quiero dejar pasar. El de ahora es el de la libertad (sabes que es por tí...). Siento si voy a ser demasiado 'filosófico', prometo próximas entregas más 'ligeras'.

Dependiendo de quién defina la libertad, y quién recibe el don de la libertad y en qué circunstancia, su percepción y sensación es muy diferente.

Como diría alguno de esos que escriben citas: "Tu libertad para agitar los brazos termina donde comienza tu nariz". Y sé que piensas así, porque lo hemos hablado. ´Pero habría que tener encuenta que con esta percepción de libertad, la humanidad sería estática, no se movería y quizás nos vendría un mundo lleno de disputas. Porque de un principio fundamental, pasamos a un problema de posesión o posibilidad. ¿Dónde empieza tu nariz? ¿Y por qué no te haces a un lado para que pueda seguir agitando mis brazos? Porque es que no puedo respirar..."

Yo me acerco más a la definición de que la libertad es la posibilidad de decidir y hacer lo que creo que debo hacer, y en ese 'debo' es donde se conjuran todos los principios fundamentales del individuo. Porque en todo ésto, el principio de responsabilidad respecto a los actos es fundamental y es el que delimita el 'debo'.

Ya, ya lo sé. Ahora vendría la discusión de que es la responsabilidad y quién la establece ý la salvaguarda...

Pero bueno!! Que esto es demasiado profundo !!

Cambios

Existen en mi humilde opinión dos formas de hacer los cambios, las cuales vamos aplicando según nuestra experiencia y/o circunstancia.

La primera de ellas es el cambio gradual. Poco a poco se va produciendo ese cambio, consolidando las etapas previas antes de pasar a la siguiente. Es un cambio lento, y a mi entender con una ventaja que se combierte en problema según como se trate: cada paso que se dá puede ser motivo de una nueva decisión, según los acontecimientos, el éxito del cambio anterior, etc. Además, este tipo de cambio es más adecuado si no tienes claro el horizonte futuro, no has definido y preparado una estrategia clara.

La segunda de ellas es el cambio total (hasta podríamos llamarlo 'big bang'. Por muy grande que sea el cambio, lo hacemos de una vez, lo jugamos todo a una carta. En este caso, creo importante que a quien le afecte el cambio el ritmo de actividad se incremente, de forma sustancial, para inovolucralo/se totalmente con el mismo.

En ambos tipos de cambio, es importante tenerlo muy preparado previamente, y haber pensado previamente los riesgos y cómo mitigarlos.

Yo prefiero el segundo tipo de cambio.

Sin embargo, estoy rodeado del primer tipo de cambio, por mucho que me empeño en gestionarlo siguiendo el modelo 'big bnag'.

jueves, 12 de julio de 2007

Generación Y

Por supuesto, dedicado a mi amigo Antonio.

Resulta que estamos inmersos en un nuevo contexto socio-cultural, y nosotros sin enterarnos. Así nos van las cosas. Os recomiendo en primer lugar la siguiente lectura: http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=256087.


Vale, ya lo tenéis claro, verdad?. Pues para los académicos, y los que tienen tiempo suficiente, ahí va esto otro: http://www.hrcenter.org/WF_Investigacion.aspx?id=10, avalado por el Instituto de Empresa.

Bien, no voy a seguir con definiciones, porque estos dos enlaces son más que suficiente. Ahora bien, ¿no creeis que las empresas, las que se preocupan por sus trabajadores y por la eficiencia de las operaciones de negocio, obtener los mejores candidatos para los mejores puestos, etc etc etc, no deberían tener en cuenta ésto a la hora de formar a los directivos, seleccionar a los candidatos y diseñar las estrategias de RR.HH. adecuadas, sobre todo las innovadoras, las que quieren crecer, las del futuro? (jo, vaya pedazo de frase, empezó el primer ¿ hace cinco renglones).

Yo no conozco ninguna.

miércoles, 4 de julio de 2007

Confusiones

Como mi amigo Manolo me dice que escribo cosas muy profundas, me voy a relajar un poco y voy a contar algo que me ha ocurrido esta misma mañana.

Aparco mi precioso coche en el aparcamiento de un conocido centro comercial, cercano a las oficinas a las que acudo algunas veces. Me dirigo a ritmo de cebra, como suele ser habitual para mí. Tengo un defecto, y es que cuando voy a un sitio, no soy capaz de relajarme hasta que llegue al sitio, por lo que voy a pleno pulmón.

Iba atabiado con mi corbata regalo de mi querida mujer, pantalones chinos y mi chaquetita de reuniones en Sevilla.

A esto que un coche se me para a mi verita, y no me deja cruzar. 'Mal empezamos', pienso. Y aparece una señora muy compuesta, mayorcita la amiga, y con cara de pocos amigos.

- Caballero, ¿dónde puedo llevar mi coche a que le cambien la rueda?

Umm. Pienso. Yo que sé. Pero me acuerdo que este centro comercial tiene un cutre taller en la primera planta del aparcamiento.

- Señora, creo que existe un taller en la primera planta.

- ¿Pero no tendré que comprar yo la rueda y llevarla después para que me la monten?

- No lo sé, señora, tendrá que preguntarlo.

Y empieza el chorreo:

- Claro, aquí nadie sabe nada - me dice-. ¿Y por qué he tenido que bajar a la tercera planta del sótano?

- Pues porque creo que el centro comercial no abre hasta las 9 o las 10, y hasta entonces sólo está abierta esta planta del aparcamiento.


Y ya lo mayor:

- Pues vaya si trabajan ustedes aquí mucho. Esto de abrir a esas horas es tremendo, y sobre todo no informar a los clientes.

- Señora que yo no soy de este centro comercial.
- si claro -me dice la muy vetusta-, si los jefes se esconden cuando un cliente se queja qué no haràn las cajeras...
- señora que yo soy de una empresa que no tiene nada que ver que tiene sus oficinas aledañas.
- chico, dígame cómo se sale de aquí que han perdido una cliente.

Y es capaz la tipa de poner una queja...